Autores:
Carlos Giraldo, Director de estudios económicos – FLAR.
1 Agradezco por su colaboración a Valeria Saldaña y Pablo Ruíz con la información de la presentación y blog, así como a José Darío Uribe, Andrea Villarreal y Iader Giraldo por sus comentarios.
2 Los comentarios y opiniones son responsabilidad del autor, y no del FLAR ni de sus órganos administrativos.
América Latina y el Caribe enfrentan un escenario complejo, marcado por cambios geopolíticos, fragmentación comercial y elevada incertidumbre global. En este contexto, el fenómeno del nearshoring —la relocalización de actividades productivas más cerca del mercado de destino— se perfila como una potencial oportunidad de crecimiento para varios países de la región. Sin embargo, transformar esa posibilidad en una vía sostenible de desarrollo requiere mucho más que ventajas geográficas. Este camino demanda estabilidad macroeconómica, capacidad institucional y visión estratégica.
Estas fueron las ideas centrales de la discusión realizada1 en el taller “Geopolitical Shifts and Economic Integration in Latin America and Europe“, organizado por el Banco de España y el Banco Mundial el pasado 9 de mayo en Madrid. A continuación, comparto una síntesis de los principales mensajes.
La narrativa del nearshoring ha ganado fuerza en años recientes, particularmente tras la imposición de aranceles por parte de EE. UU. y la creciente tensión comercial con China. Dentro de la región, Costa Rica ilustra bien lo que es posible cuando confluyen instituciones sólidas, capital humano calificado y una coordinación efectiva entre los sectores público y privado. La inversión extranjera no solo trajo capital, sino también transformaciones estructurales y mejoras en productividad, disipando los temores de un crecimiento empobrecedor.
Pero no todos los países están en la misma posición. Mientras México y Centroamérica tienen una integración profunda en las cadenas de valor centradas en EE. UU., otros países enfrentan desafíos mayores para atraer y retener inversión extranjera directa (IED). El potencial es heterogéneo.
El factor incertidumbre: un obstáculo no menor
Más allá del optimismo sobre el nearshoring, es crucial tener presente el entorno global de alta incertidumbre. Nuestra investigación reciente en FLAR (US uncertainty shocks, credit, production, and prices: The case of fourteen Latin American countries) muestra que los choques de incertidumbre política y económica en EE. UU. tienen un impacto significativo sobre el PIB de 14 economías latinoamericanas, a través del canal real de comercio e inversión.
Este tipo de choques —que persisten incluso tras la reversión parcial de algunos aranceles— estrechan las condiciones de crédito y desincentivan la inversión privada. De hecho, países bien posicionados para beneficiarse del nearshoring (como Costa Rica y México, Gráfico 1) están entre los de gran exposición a estos riesgos externos.
Adicionalmente, en abril de este año, los mercados financieros reflejaron comportamientos atípicos: los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años no actuaron como refugio seguro, y el endurecimiento de las condiciones financieras se intensificó debido a la incertidumbre política en EE. UU. Esto representa un riesgo no menor para las reservas internacionales y el anclaje externo de las economías emergentes (Gráfico 2).
Vulnerabilidades macro-financieras y limitada capacidad de respuesta contracíclica
Una fuente de vulnerabilidad menos visible, pero crítica, es el elevado nivel de endeudamiento externo en dólares del sector corporativo no financiero (CNF) en varios países de la región. Esta exposición puede volverse muy costosa en contextos de mayor volatilidad financiera global y del dólar de los Estados Unidos (Gráfico 3).
Además, la capacidad de respuesta macroeconómica está limitada. Déficits fiscales mayores y niveles crecientes de deuda pública restringen el margen para respuestas contracíclicas efectivas (Gráfico 4).
El requisito indispensable: estabilidad macro-financiera
Frente a este contexto, el mensaje es claro: la estabilidad macroeconómica y financiera es también una condición necesaria para convertir el nearshoring en una fuente sostenible de crecimiento. Inversionistas internacionales necesitan garantías sobre la preservación de su capital, y esto requiere marcos fiscales y monetarios creíbles, mecanismos prudenciales efectivos y una institucionalidad robusta.
¿Preparados para sembrar en tierra fértil?
El nearshoring podría ser una oportunidad real para algunos países de la región. Pero sin estrategias nacionales coherentes, capacidad institucional y estabilidad macro-financiera, puede convertirse simplemente en una posibilidad perdida.
Como sugiere tanto la evidencia empírica como la literatura sobre choques de incertidumbre, los países que lograrán transformar esta coyuntura en un motor de desarrollo serán aquellos que combinen visión estratégica con fundamentos macroeconómicos sólidos.
Referencias
Giraldo, Carlos; Giraldo, Iader; Gomez-Gonzalez, Jose; Uribe, Jorge (2025). US uncertainty shocks, credit, production, and prices: The case of fourteen Latin American countries. Research in International Business and Finance. Volume 78, June.
Turner, Philip; Giraldo, Iader (2022). The dollar debt of companies in Latin America: the warning signs. FLAR Working Paper. February.