El resurgimiento de la inflación tras la pandemia ha renovado la atención sobre la persistencia de la inflación y el papel de los bancos centrales en el sustento de la credibilidad. Si bien las explicaciones convencionales enfatizan la disciplina fiscal, los regímenes cambiarios o las metas de inflación, estos factores no explican completamente por qué algunos países regresan rápidamente a la estabilidad de precios mientras que otros experimentan episodios inflacionarios prolongados.
Si bien el canal de préstamos bancarios nacionales ha sido bien estudiado, su dimensión internacional, es decir, cómo se transmite la política monetaria entre fronteras a través de los bancos, ha recibido menos atención. Investigaciones recientes han comenzado a explorar cómo la política monetaria de Estados Unidos, particularmente a través de bancos activos a nivel mundial, afecta el crédito en el extranjero.
La Inversión Directa (ID) en Paraguay ha estado influenciada por diversos factores económicos y estructurales a lo largo de las últimas décadas. Desde el auge económico de los años setenta, impulsado por grandes obras de infraestructura y una política activa de incentivos a la inversión, hasta las reformas liberalizadoras de los noventa y la diversificación sectorial del siglo XXI, la evolución de la ID ha sido moldeada por una combinación de factores internos y externos.
América Latina y el Caribe enfrentan un escenario complejo, marcado por cambios geopolíticos, fragmentación comercial y elevada incertidumbre global. En este contexto, el fenómeno del nearshoring —la relocalización de actividades productivas más cerca del mercado de destino— se perfila como una potencial oportunidad de crecimiento para varios países de la región.
En la primera parte del año, la mayor parte de las economías de la región ha mostrado resiliencia, a pesar de un entorno internacional altamente incierto, caracterizado por la caída de la mayoría de los precios de los commodities y el aumento de los riesgos geopolíticos y comerciales.
Esta entrada del blog comparte la historia detrás de nuestro reciente documento de trabajo sobre cómo la posición bruta de apalancamiento única de Colombia en derivados cambiarios ayudó a evitar el estallido de una burbuja inmobiliaria y lo que las economías emergentes pueden aprender de ella.
En el primer trimestre de 2025, las condiciones económicas en EE.UU. reflejan un mercado laboral con señales mixtas, acompañado de presiones inflacionarias persistentes. Este entorno podría limitar el margen de acción de la Reserva Federal (Fed) para recortar su tasa de política monetaria, lo que sugiere un escenario de tasas de interés internacionales altas por más tiempo. Para América Latina, este panorama representa un desafío adicional al mantener alto el costo del financiamiento externo, especialmente de las economías con altos niveles de exposición a deuda externa.
La economía mundial atraviesa por un proceso de reconfiguración caracterizado por una creciente fragmentación geoeconómica, definida como la tendencia a la división del comercio, la inversión y las cadenas globales de valor en bloques geopolíticamente alineados.
La política fiscal puede tener un impacto significativo en la tasa de inflación de los países latinoamericanos. Históricamente, los gobiernos de la región han implementado políticas fiscales procíclicas, aumentando el gasto y el endeudamiento durante los períodos de crecimiento económico y endureciendo las políticas durante las recesiones. Este enfoque ha contribuido a la volatilidad de las tasas de inflación y a la inestabilidad económica.
